primero fue una fiebre
de muchos días
una última tarde de frío
en una pieza cálida
a pasitos del cid campeador
un virus persistente
nos tendió una trampa;
un puente.
luego
un pacto,
la espuma de las olas
golpearon suave en la mesa de mi casa
brillaba
como un diamante cristalino
entonces la trampa fuiste vos;
un sendero en el bosque.
después vinieron los días
soleados, infinitos
la humedad de la isla
la dureza del asfalto
los excesos pegados en la piel
todo alrededor decía: frená
ahora la trampa estaba adentro;
la vertiente de una montaña.
enero trajo caos y virtud
te besé un ojo cuidado
cuidado me dijiste
todo lo que vino después fue
golpe tras golpe
17 días de oscuridad
y una certeza:
la trampa éramos nosotros
una red fina de la que no pudimos salir.
ahora nos miramos
a través de la mirilla
la distancia es la justa
para que nadie abra fuego
la justa
para que las balas peguen
donde tienen que pegar
no hay trampa
hay una trinchera
de cada lado
un pozo de tierra desde el que nos queremos
esperando
que ninguno apriete el gatillo.
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