16.8.16

querido hermano:

nunca entendí si el recuerdo
es una variación en la intensidad del olvido
o si es dejar que el deseo se obstine
en lo que ya no puede ser. en todo caso
diré que llevo conmigo tu persistencia
como si fueras una imagen
sin relación alguna con tu cuerpo.
¿estaré deseando algo que se desborda?
¿que no puede lo suficiente? ¿podré por una vez
abandonar lo que no regresa?

vos decías que nadie
podía darme la verdad, "debes tocarla
como agua entre las manos"
pero la única verdad es ese instante
donde algo se conserva y extravía
en un mismo movimiento.
hoy, me entrego al lento fluir de todo
cuanto intenta asirse al mundo.
la infancia fue una materia dócil
sobre la que el tiempo labró todas las formas
posibles de una pérdida.





Diego Ravenna, Agua, Viajero Insomne Editora.

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