me estoy fumando un cigarrillo en el escalón en que siempre
me siento y me fumo un cigarrillo por no poder
darme un shot de glucosa o gritar o
abrazarte fuerte la cara
en el escalón de marcelo t y casi talcahuano donde
trabajo un montón de horas que a veces todo bien y
a veces me llenan de angustia
la angustia no son ni las horas ni el trabajo ni no poder abrazarte fuerte la cara
son otras cosas, pero siempre es más fácil
echarle la culpa
al trabajo
a la jornada de 8 horas
a tu cara
que no siempre está
la angustia es un montón de miedo en potencia o
en realidad no es miedo pero se le parece o
no sé, algo más o menos así
que duele
que estaquea el pecho
y mientras fumo hago una lista mental de
todas esas cosas a las que le tengo o creo que podría
tenerle miedo
pienso que es enero y que pronto será febrero y después
marzo y cumpliré 29 años, se los confieso
29 años y seguro que ninguno de ustedes
sabía mi edad porque a eso juego
a las remeras de gatitos y las zapatillitas
y los engaño a todos con una juventud que está bien pero
acá adentro,
acá adentro pasan otras cosas.
tengo miedo de cumplir 29 años de cumplir 30
tengo miedo de finalmente ser lo que jamás quise ser pero
parece que sí y resulta que soy
de las que le tienen miedo a llegar a los 30,
a la vejez, a la adultez en grado 2
le tengo mucho miedo a todos esos exámenes que todavía no dí
a las materias que faltan en la libreta
a no poder nunca terminar
lo que empecé
aunque lo haya empezado sabiendo que quizá
que quizá nunca terminara
con la academia es distinto porque
en la vida real pasa todo al revés:
le tuve siempre miedo a todas esas cosas que
algún día iban a terminar pero yo no quería que terminasen nunca,
por ejemplo vos.
le tengo miedo a la idea de quedarme sola
a tener 28 y estar sola tener 29 y estar sola tener 30 y estar sola
tener 65 y estar
sola
tengo miedo y te lo dije alguna vez y
vos me repetís que no hay nada que temer
que destruya todo a mi camino
que yo puedo con todo
vos me repetís y yo tengo más miedo aún
de no cumplir con tus expectativas que
en realidad son las mías me dijo mi psicóloga y
yo me doy cuenta pero sigo pensando que también son las tuyas,
tengo miedo de no ser todo lo que vos querés que sea
tengo miedo de que un día no me quieras más
entonces hago estás cosas,
te empujo al límite, te ato una soga el cuello y a ver
a ver cuánto puedo tirar
te grito, fuerte
incendio todo
soy una toma de rehenes y tengo miedo
de que ya nadie quiera negociar conmigo
por ejemplo, vos.
tengo miedo de lastimarte, de ponerme
una malla de espinas para que
ya no te me quieras acercar más
tengo miedo de no tenerte paciencia
o de haberme mentido a mí misma todo este tiempo
y vos me decís que no tenga miedo y que
destruya todo a mí camino pero
entonces qué pasa con todos esos días
que vos no salís
ni del barrio ni de tu casa ni de vos mismo
no salís de tu cabeza
tengo miedo de que te quedes ahí para siempre
y entonces yo qué hago, decime
tengo miedo de que el límite de nuestra empatía absoluta
sea este.
también tengo miedo a no poder quererte como hay que quererte ni
querer a nadie nunca, te lo dije ya, y
creo que es en parte porque siempre hice todo medio mal (creo)
y en parte porque tuve un novio como diez años y
medio que no sé
cómo se sigue después de eso
a dónde se va
que quedá después de Auschwitz
tuve un novio como diez años pero a él no le tengo miedo
a él: le tengo terror.
a olvidarme su cara, a olvidarme su voz
a poco a poco ir deshaciendo la historia
a que no se acuerde quién soy, quién fui
a que nunca sepa quién voy a ser
a que comparta su vida con alguien que no lo merece
a que se conforme, que se achique
que haga cosas horribles como
aparecer en la tele, aunque eso ya pasó
y cuando pasó tuve mucho miedo
de haberlo perdido para siempre
pero perder, lo que se dice: PERDER
tengo miedo de no haber aprendido nada
del horror que fue perderlo para siempre.
tengo miedo de que estos sentimientos no se vayan nunca
aunque cuando estoy con vos, siento todo irreal,
es decir, cuando estoy con vos ya no le tengo miedo
al pasado
ni a estar sola
ni a mí misma
cuando estoy con vos a lo que le temo es a que te des cuenta
cuánto me gusta estar ahí y que no quiero irme nunca
miedo a que te des cuenta posta de que yo
pasaría todas las horas del mundo con vos y
de verdad yo creo que no soy ni tan simbiótica, ni tan pesada
creo que sólo un poco intensa, y quizá algo demandante pero
pasaría todas las horas de mi vida con vos y las que no
no las pasaría porque está bien, cada tanto, que no estés
así sigo pensando que sos, en efecto, lo más increíble
del mundo, del barrio, de vos mismo
tengo miedo de un día no tener más miedo y decirte
que sí
que quiero conocer todos los países de Asia con vos
y después vivir en una casa en almagro, con balcón a la calle,
tener un gato que odies, tener un hijo o dos y ponerles nombres
que peguen con tu apellido
tranquilo, probablemente esté exagerando, y también
tengo miedo de no poder dejar de exagerar nunca, de
sentirlo todo así
full cráneo
220 o nada
mi mano y un arma apuntándole a algo.
tranquilo,
en la vida real no decimos estas cosas,
en la vida real este es un juego siniestro en el cual
el que se enamora, pierde
pero con vos no puedo perder nunca
con vos no puedo perder nunca
con vos no puedo perder nunca
tengo miedo
de haber llegado hasta acá
con esta mochila inmensa de
secuelas
pararme, enfrente tuyo
y que tu presencia
tus ojos, azules como el Egeo
y sentir
y sentir
y sentir
que sos
como una ola inmensa
y no temer
no escapar
aguantar
el impacto:
vos,
conmigo.
y adentrarme en el mar.
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