me volvía un inmenso cuadrúpedo
mis ojos, verde agua, pequeños ojos de lobo aullador
soñé, entonces,
que me convertía en espejo
y en el reflejo te veía a vos:
hombre lobo hermoso
parado delante mío
estabas callado
tu rugido,
sin embargo
me acariciaba los oídos
soñé que era una pantera
negra y brillante
merodeando un bosque
al que ninguno de los dos
se animó a entrar jamás
atrapaba a mis presas
con suma elegancia
los rodeaba con lentitud
quebrando el lomo
ondeando la cola
una erótica félida de la supervivencia
les daba, apenas
un mordisco
lastimándolos en alguna parte
por ejemplo, el cuello
o una pata trasera,
para luego marcharme
despacio
sin apuro
dejando un rastro de mamíferos heridos
su vida toda, la dejo
a merced
sola los quise,
sola me aparto
aúllan
como lobos
sin madre
pero yo estaré lejos
atravesando las puertas
de un bosque
al que nunca realmente entré.
* Heráclito, Fragmento 11
soñé que era una pantera
negra y brillante
merodeando un bosque
al que ninguno de los dos
se animó a entrar jamás
atrapaba a mis presas
con suma elegancia
los rodeaba con lentitud
quebrando el lomo
ondeando la cola
una erótica félida de la supervivencia
les daba, apenas
un mordisco
lastimándolos en alguna parte
por ejemplo, el cuello
o una pata trasera,
para luego marcharme
despacio
sin apuro
dejando un rastro de mamíferos heridos
su vida toda, la dejo
a merced
sola los quise,
sola me aparto
aúllan
como lobos
sin madre
pero yo estaré lejos
atravesando las puertas
de un bosque
al que nunca realmente entré.
* Heráclito, Fragmento 11
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