¿que queda después de Auschwitz? me pregunté
en un poema
y en todas esas veces, incontables
que sentí, literalmente,
que me moría
siendo la muerte algo tan
no sé
justo.
¿la respuesta?
a veces,
nada.
después de vos,
no quedó nada
los tiempos de las cosas, importan
después de vos fui otra,
nadie
no una yo misma
otra,
después de vos:
una vida que no es mía
un cuerpo ajeno una mente ajena
una cotidianeidad que no entiendo
después de vos,
un espejo
que se va resquebrajando
y no termina
ni terminará
de romperse nunca
fracturas en cristales
que no caen
porque la muerte, justa
no alcanza
¿qué te queda a vos,
después de mí?
me pregunté también,
y la respuesta,
ya la sabíamos:
un simulacro
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