siento que, para nosotros, los que nos despertamos -más o menos- siempre a la misma hora porque la oficina, y regresamos -más o menos- a eso de las 6 de la tarde, todos los días, de todas las semanas, con la cara sudada (sin importar qué estación del año sea aunque el calentamiento global, el adelgazamiento de la capa de ozono o dios drogándose mal nos dejaron, ciertamente, sin esa programación que otrora nos marcaba el paso del tiempo) y sin muchas ganas de, lo que podríamos llamar, vivir, siento que para nosotros, los que entendimos que el éxito no es el dinero, ni la fama, ni la gloria, el éxito se acerca más a no tener que venir al microcentro todos los días que a, por ejemplo, una planta permanente en el estado o la comodidad de un loft en colegiales, para nosotros ese día en el que no vamos a trabajar, por enfermedad, por examen o alguna otra razón particular, ese día fuera del tiempo se convierte en un agujero negro de felicidad, en el que si, además, tenemos la suerte de que dios (que se droga mal pero a veces pareciera que no) nos regala un verano de sol & shorcitos que le hizo puente a la primavera (ventosa, traicionera e histérica) como ha sucedido hoy, es como el shot de adrenalina que necesitamos para poder atravesar todo lo que resta de este problemático mes.
y como todo lo que nos hace sentir que bueno, que está bien, que así sí, me hizo pensar las siguientes cuestiones que comparto porque, porque no sé. porque puedo.
1. cuando te mimás en ese día fuera del tiempo y decidís ir, por ejemplo, a le blé (por ejemplo o por falta de ocurrencias o porque a este lado de almagro todavía mucho no lo conocemos pero eso sí, con Sonia ubicamos cada le blé de caba, aunque lo odiemos), te sentás "tipo 11.30 am" a comer cositas que además de ricas quedan estéticamente bien con tu netbook y tus apuntes marcados con resaltadores robados a anses, mirás a tu alrededor y ves a todos esos pares de sujetos (porque, se los juro, vienen de a par) sentados haciendo -más o menos- lo mismo que vos, y te preguntás ¿de qué viven estos pares de anfibios que pueden darse el lujo de venir "tipo 11.30" a comer cositas a este chuchibarcito? ¿de qué trabajan? ¿son unos monotributistas de mierda? ¿quién carajo les paga el abl?
2. más que mimarme, el salir del hogar en días como estos responde a lo siguiente: en el bar solo consumo y estudio o escribo. en mi casa, por el contrario, ordeno, limpio, cambio muebles de lugar, voy a farmacity porque, como le dije a Diego recién, amo farmacity, vuelvo con tres bolsas de cosas que me convencí que necesito, limpio otra vez, juego con los gatis, los grabo y los subo a instagram "a ver qué pasa", me dejo caer en mi cama y observo la pulcritud, el orden y me siento mejor. siento que puedo. y me quedo quieta, contemplándolo todo, me quedo muy quieta
3. intercepté a Lucía, que llegó transpirada y agitada porque ella sí fue a la oficina hoy, la intercepté invadiéndole todos los espacios por los cuales se desplazaba, apurada, porque ella sí tenía un lugar a dónde ir, y le dije: lu, escuchame, tuve tres revelaciones hoy. la primera es que ya sé lo que quiero ser cuando sea grande, quiero ser tres cosas: periodista gastronómica (que ya lo había descubierto en el 2013), becaria del conicet porque me gusta la vida que tienen, por ejemplo, Martín y Fernando y yo también quiero mi carnet VIP de la biblioteca nacional e ir a investigar cositas. ah, sí, y ama de casa. sí.
4. lo que no le terminé de decir a lu porque de verdad se tenía que ir, y yo hablo rápido pero tampoco tanto, es que tuve otras dos revelaciones más, a saber: mientras limpiaba la casa puse una playlist de youtube que empezaba con ese gran tema de donato & estéfano que era cortina musical de esa gran serie de los 90, café con aroma de mujer (y lo puse no por melancólica, sino porque era la canción que sonaba en farmacity mientras, felizmente, agregaba cremitas a mi ecobolsa), a la que luego le seguía este tema que adjunto más abajo, y además de remitirme a una fiesta que quizá no estemos viviendo ahora mismo pero deberíamos (porque podemos), pensé, sentí: che, Goyeneche y Grau, este es el plan: vamos a hacer una fiesta. pronto, fines de noviembre. y vamos a hacer la mejor fiesta del año que el under alguna vez supo ver. porque la necesitamos, porque la merecemos. porque tuvimos un año impresionante, y hace mucho que entendimos que si no se puede bailar, esta no es mi revolución. vamos a hacer una fiesta que termine con todos nosotros, la gran familia que es Nulú Bonsai y sus primos, hermanos y amantes, abrazados en un pacto infinito de amor & anfetaminas.
5. oime. la otra revelación no es ATP. te la digo por inbox, lu. o a los gritos, de habitación a habitación, vieja escuela. previamente saber la opinión de Flor, porque sí, para que negarlo: no tomo ninguna decisión sin consultarle. mamá de mamás. mamaza, mamasita.
6. no puedo creer pero llegué a noviembre (¿viste, Analía? estamos acá, no me voy a cansar de brindar por eso) y lo digo en primera persona aunque no sepa quiénes son ninguno de ustedes ni viceversa. sé que voy a recordar este año que pasó como "ese momento donde todo se puso muy oscuro y entendimos que la adultez también va a ser esto, golpe tras golpe". pero sobreviví, sobrevivimos. no puedo creer pero posta, llegué a noviembre, pensaba, mientras seguía sonando la playlist de hitazos argentino-brasileros.
7. ah y, este que. Emiliano. eso. porque dependo de muchas cosas. pero, de todas. eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario