te acordás carmelo
cuando te dije que mi abuela era descendiente de pueblos originarios y entonces
eso me convertía a mí en descendiente de pueblos originarios y
vos me miraste de arriba abajo, toda blanquita y educadita
y yo te miré mirarme y nos agarró un ataque de risa intenso
de horas y horas
que pasábamos sin saber que
esa risa era el amor
que vos y yo éramos el amor
y que repetiríamos el chiste por muchos años,
todas esas vueltas caracol en el caparazón que es
la vida
la muerte
una y
otra vez.
el censo de la uba, una vez más,
clavando su astillita.
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