el otro día me preguntaron, con la mirada de quién tiene información y no te la quiere dar, esa mirada lastimosa y a la vez muy cuidada (que, si nos tienen lástima, no se note), me preguntaron "¿cómo estás?" al mismo tiempo que agarraba fuerte mi brazo con su mano. "si no me sacás la manito del brazo voy a tener que matarte", pensé. "voy a tener que matarlos a todos", sentí.
¿qué cómo estoy?
ahora estoy arriba de mi casa con un rifle.
y le voy a disparar a todo el que se me acerque.
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