creía estar hablándote al oído
pero desde muy lejos te gritaba
creía que muy fuerte te abrazaba
pero en el viento enorme te habías ido
y creía también que éramos uno
fundidos en amor indiscernibles
pero éramos ya dos inconfundibles
cada cual su galaxia y desayuno
creía que creías que creíamos
pero en verdad dudaba que dudabas
y era un idioma extraño el que me hablabas
y tan fuera de foco nos veíamos
y tan profundamente le pifiamos
que abrazados a otros nos amamos.
(Pornosonetos vol. III, Ramón Paz)
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