es que, te lo dije
hoy estuve todo el día triste
sin saber por qué
y vos me contestaste
que estabas cansado y
que tal vez no volvías a casa
no hay nada de inocente ya
en ninguna de nuestras palabras
ni en los nombres
de los que nos gusta hablar
el tiempo que sucede, verás
entre mi cara azul y
tu confesión
perdura
así
como la distancia
de la noche que
me dejaste
a la lluvia
que me trajo de vuelta
entender
la tristeza
que me provoca
saber
que ahora
ahora
empieza
mi despedida
esa vivencia en la que siempre
fallé.
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