26.9.11

if you jump

okey, puede que siempre me replantee mi vida antes de dar un parcial para el cual no estudié lo suficiente, un parcial de una carrera que no me satisface en absoluto (pero, ¿qué, decime, qué realmente lo hace?). aceptar mi naturaleza (" ") de ser un ser instatisfecho me hizo estar un nivel más cerca de la paz y la felicidad (le gané a todos esos años de terapia que no hice). las situaciones de la vida hicieron que todo lo que, humildemente, había construido en este último año se me derrumbe como el castillito de naipes que, en efecto, era. es que tampoco pretendía más de nada. si mi vida tenía que ser eso, tan frágil como papeles apilados verticalmente, que lo fuera. yo y mi ingenua costumbre de creer que nada malo puede pasarme y, a la vez, sentirme completamente lista para la peor de las fatalidades. y ni una ni la otra, pero el castillo se cayó igual y ahora, ahora qué hago con todo este desastre que quedó. y en el medio, como si no hubiese suficiente desastre en la habitación, en el medio vos diciéndome que te vas y no sé cuántas otras barbaridades más. que te vas, que te vas, que te vas. y claro, el señorito va a ser licenciado, por supuesto que se va. al primer mundo se va, allá donde los subtes funcionan, donde los políticos te mienten pero en idiomas más lindos, allá donde hay imperialismo, como acá, pero funciona, funciona de verdad. no sé corazón, me hablás de París y yo canto si tu n'etais pas lá, desafinando como sólo yo en primavera puedo desafinar (así como yo en primavera me engripo, yo en primavera dejo trabajos y estudios, yo en primavera sufro por cambios de climas y gargantas lastimadas). ¿querés irte? andate, haceme el favor. no llorés más como judío apatriado que sos. andate y después contame, si el comunismo allá funciona, si el consumismo allá funciona. contame si sentarte en bares a jugar al escritor funciona, si vivir en una ciudad con un rio que la atraviesa funciona. ¿querés ser el que se va? andate. pero de ninguna manera me pidas que me vaya con vos, no. porque, quizá vos no lo sepas, pero yo, que estoy acá, en tu casa vacía y llena de cosas, yo tratando de resolver Minos Iouis Europae filius cum Atheniensibus belligerauit, con la fiebre bajada a sobredosis de ibuprofeno, yo, que no puedo pensar en otra cosa que no sea tu ausencia (porque nada más fácil que pensar en tu ausencia cuando vos, en efecto, todavía estás acá), yo, a tal pedido, que no es pedido sino exigencia (pero vos todavía no lo sabés), sé, con todo el orgullo que me pesa encima, que no puedo decirte que no. donde estés, voy a estar, a donde vayas, voy a ir. yo, sin pasaporte, sin título de licenciada ni de técnica ni de nada. ¿pero cómo no estar donde estés? ah, ¿qué no entendiste todavía, mon petit sèvres? sí, yo, la que te grita y te hace berrinche, y te maldice y te dice que si te vas, no me ves más, ah, todas esos jueguitos de actriz mal llevada que soy. ¿querés irte, entonces? ¿querés que nos vayamos? pues bien. a dónde saltes, yo salto. ya lo sabés. y si no lo sabías, empezá a saberlo.

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