30.1.11

finalmente sucedió

fue un sábado y no sabíamos bien que hacer, el equipo pinzón llegaba al jolgorio de la madrugada entre cerveza, ferné y marihuana. ante la ausencia de fiestas cerca, un "poolcito" resultó el mejor plan de todos. "yo conozco uno cerca de mi ex casa" sentencia nacho, que la juega de local en el pintoresco barrio de la boca. a m{i costó convencerme un poco más, con esa excusa pelotuda que sigo teniendo cada sábado, "pero tengo que estudiar", ilusamente creo que algún día se va a cumplir. pero después de un par de secas y unos buenos temas voy a donde me lleven -así de fácil soy-. la caminata fue larga o la locura era grande, dos buenas combinaciones, y entre risas, anécdotas vacacionales, alguna que otra paranoia y la eterna discusión de "pero si te agarran con un porro no pasa nada eh" , justificándonos con una nueva ley que ninguno conoce y entiende realmente, arrimamos a destino. para nuestra sorpresa, el "poolcito de barrio" al que esperábamos llegar, no resultó otra cosa sino lo que sus luces avioletadas, cortinas rojas y máscaras venecianas colgando nos anunciaban.
sí, fuimos a un cabaret.





No hay comentarios: