una vez, un chico (cuántas veces ya empecé una frase con "una vez, un chico...", ¿cuántas habrá sido el mismo chico, cuántas habrá sido un invento?)
un chico me dijo que él era malo, que me iba a lastimar, y no sé cuántas otras giladas más. en ese momento yo estaba tan pero tan de hofmann, que no podía hilar los pensamientos de la manera lógica que él y su seriedad y su cara de "mirá mi cara de te voy a lastimar" me estaban exigiendo. y su frase me disparó en ese momento a esta canción, la empecé a cantar en mi cabeza, una y otra vez mientras él hablaba y yo hablaba, una y otra vez aunque eso significan muchas veces para el tiempo que estuvimos hablando, no sé cuál fue, imposible saberlo en ese momento, pero el recuerdo me permite pensar que la canté muchas veces, muchas veces repitiendo i said i gonna get close to you, you wouldn't want me have to hurt you too, hurt you too, hurt you too, hurt you too. y qué lucidez la mía a pesar de todo, o en definitiva gracias a, qué lucidez porque esta canción que es tan oscura representa tan bien mi relación con él, tan oscura, tan bien.
y éste también fue un invierno muy oscuro (como el año pasado, pero diferente, siempre diferente). es que los chicos oscuros son tan lindos cuando se les ensombrece la cara (de caritas lindas, bien lindas, bien ian curtis bien ojos hinchados ojerosos y narices chicas y rojas, muy rojas, y bocas espesas).
los chicos oscuros me gustan tanto. qué poco serio lo que estoy diciendo.
es este asunto de los clichés
a veces hablo con frigidez, con poca emoción, con mucha moderación, sequedad.
es porque el cliché -que soy- intenta reprimirse. mi cerebro está lleno de significados-significantes. todos clichés.
cliché como hablar del chico con el que saliste
que era de esos-drogones-lindos-y-ortivas.
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