19.2.10
comunicado de último momento
chicos: yo los quise mucho. pero mucho. a cada uno de ustedes, a cada uno por separado. lloré por ustedes, reí con ustedes. soñé con ustedes, flashié con ustedes, quise pasar el resto de mi vida, huir hacia américa central, paris, colombia, las islas galápagos, bolivia, salta, mendoza, algún pueblito perdido de buenos aires -de esos a los que sólo se llega en tren-. los amé y odié en un mismo mes, a cada uno, a cada uno, a cada uno. los extrañé tanto que creí enloquecer. (aún los extraño). los aparté de mi vida, los volví a meter, en esta ruedita, en esta bobina magnética. los dejé, por sobre todo, los dejé, a todos, o no sé si a todos, pero a casi todos. los dejé para poder quererlos más. los dejé en contra de mi voluntad y sin saber más qué hacer con todo este cariño que cada uno de ustedes me despertó, ¿a dónde iba a meterlo?. los dejé para poder llorarlos cual viuda frente a la tumba -mis recuerdos-. fui a sus casas sin que lo supieran a ver si los encontraba. caminé por la calle muy atenta cuando creía recibir alguna señal. les adjudiqué un personaje de los detectives salvajes, puedo recordar cada y uno de ellos. conozco sus comidas favoritas, sus colores, su música, el barrio en el que viven y en el que les gustaría vivir. recuerdo sus números de teléfono, los números y yo nos llevamos super bien. recuerdo sus cicatrices -ese fetiche que tengo-, recuerdo la parte del cuerpo que más me gusta de ustedes, intuyo cuál es la que menos. recuerdo tanto y tan poco. pero por sobre todo recuerdo cuánto pisaron sobre mí, cuánto marcaron. partecitas de mí. el problema, como siempre, termina siendo el mismo: ¿qué hago con tanta cantidad de pasado junto?
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