érase una noche común,
era en una mesa de bar,
era Enero en aquel lugar,
y ella me miro de un manera:
agua de mar.
era de fumar y reir,
era de saber esperar,
era de salir a buscar,
no era una mirada cualquiera:
el otro dia creí llegar a una conclusión, y es la siguiente:
la felicidad mágica que uno siente cuando todo está EMPEZANDO es directamente proporcional a la tristeza irremediable de darse por enterado que todo ya HA TERMINADO, y nada se puede hacer al respecto.
inmediatamente después, llegué a otra conclusión:
en el amor y el desamor, hablar de proporciones es completamente estúpido.
(todo lo que pueda contar, todo lo que vino después
era de imaginar)
.
1 comentario:
!
un tornado arrasó a mi ciudad!
y a mi jardín primitivo!
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