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¿Son por acaso ustedes, hoy, un público respetable?



"Todos queremos irnos de casa a tocar rockandroll, y no volver nunca más". No todos, pero sí, ambos sabemos que es lo que venimos pensando desde que los miramos así (ASÍ, vos sabés cómo, esa mirada fulminante de hijo a padre de te-juro-que-te-odio, y PUM! portazo y a la calle otra vez). Me pregunto si soy yo que me autogenero y regenero esta tendencia macabra (MACABRA) de terminar mis pensamientos en vos, o si realmente está sucediendo, todo esto está sucediendo: la música, las imágenes justas, los recovecos de memoria que recaen casi inevitablemente en. Lo curioso es el asunto del pasado, cómo de alguna manera fuiste a parar ahí, cuando todavía estás acá, todavía no sos eso (y pienso que vas a serlo, porque soy un cliché, siempre lo supimos). Es que es así, yo los condeno, los condeno para siempre a ocupar ese lugar de pretérito y dependiéndo de qué tan bien se porten ustedes (o yo) serán un perfecto simple, un imperfecto, un anterior. Fantasmas condenados a deambular, nunca un cementerio, ¡no!, nunca un cielo o infierno, por siempre en este purgatorio de vida pasada (¡siempre! ¡nunca! esa manía por el todo-nada, los extremos como la linea que siempre pisás pero nunca cruzás, ¡siempre! ¡nunca!). Oportunamente recordé que una vez mencionaste una canción de un disco que me gusta mucho. Dato completamente irrelevante para nuestras vidas. Pero lo recordé, recordé el momento (tengo una memoria muy especial, y no es nada bueno esto), y me llamó la atención porque me había apostado a mí misma que vos a este Paez lo detestabas -como tantos de tu raza, como yo en algún punto- pero lo mencionaste y no puedo recordar de qué canción hablabas. Es que venía embobada por tanto paisaje, tanto vino y tanto verano por delante. (Excusas). ¡Debería recordarla! De esos deberes que no entenderías, porque, yo no sé, pero esta manía de hurgar, hurgar en todas esas oscuridades, yo que te creo un tipo frío y distante pero en el fondo, en el fondo tengo este temor: llegar hondo y descubrir que nada de eso era así, en las profundidades ver que solamente sufriste tanto como yo, quisiste tanto, lloraste tanto, y las secuelas están ahí, a la vista de quien quiera verlas. Pero yo jamás querré encontrarlas, las busco constantemente para fracasar y no ser jamás aquella que pueda ver que, al final, eras un tipo más a quién le rompieron el corazón, simplemente eso, un tipo sufrido más.